El nuevo lugar es hoy

Quien controla el pasado controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado. (G. Orwell)




La tortura es un tópico presente en la novela y que se relaciona fielmente con la realidad.

En el régimen del gran hermano, quienes se oponen reciben un castigo: son llevados a la “Habitación 101”, tal como el protagonista del libro: Winston Smith. Él desobedeció al violar diversas reglas del sistema establecido: tener un pensamiento crítico acerca del contexto que lo rodeaba (acá no existe la pseudo-democracia en la que vivimos nosotros), llevar una relación amorosa con Julia (quién no era su esposa y, además, las relaciones sexuales son solamente para la reproducción) y el leer a Emanuel Goldstein, el líder contrario al régimen.


El exilio de la sexualidad del libro lo vemos en la realidad con aspectos como las tesis de Wilhelm Reich, (The sexual revolution) que inciden en el natalismo. Esto es representado también en 1984 con la Liga Juvenil anti-Sexo.

La tortura y vejamen, sin ir más lejos, manifestada a lo largo del Siglo XX en las diversas dictaduras en todo el mundo.


La Neolengua se presenta dentro del libro, también, como la forma que Orwell usó para criticar el “tecnicismo lingüista” del Partido Laborista Inglés, al que Él adhería. Este lenguaje surge en reemplazo al “Hablantigua” (inglés estándar).

La mutación de la lengua en la sociedad actual repercute en el vocabulario de los hablantes, incidiendo en la tercera circunvolución frontal izquierda, lugar donde se halla la facultad del habla, y que con esta metamorfosis,

se manifiesta tanto en la realidad como en el libro en diversos grados, existe una disminución de la capacidad de esta zona cerebral.


Estratificación social vista como una crítica al sistema capitalista dentro del libro, que rompe con el paradigma del socialismo.

Y así, suman y siguen las similitudes entre 1984 y la época Contemporánea… hasta la próxima