El nuevo lugar es hoy

Quien controla el pasado controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado. (G. Orwell)


El primer podcaster en relación al tema.
"¿Estamos siendo vigilados?
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Neotopia contemporanea #1 | Podcaster

4 comentarios:

Qué bueno poner a Radiohead, lectores de 1984 que titularon una de sus canciones, "2+2=5", basándose en la novela de Orwell. Qué bueno también haber hecho una encuesta.
Saludos.
(El hamster de la derecha es lo mejor.)

Estimado Martín:
Agradezco su comentario y apreciación. La verdad es que pensé en incluir 2+2=5 de Radiohead, pero preferí partir con No surprises ya que esta otra estaría mejor en un contexto más avanzado dentro de la investigación, muchas gracias.
Y con respecto al Hamster, si, es tan tierno y su finalidad de apreciar como se puede manejar con el pan y circo me han dicho que les gusta, así que reitero mis agradecimientos.
Saludos cordiales.

Saliéndome un poco del análisis suyo, que por lo demás es sumamente bueno, quisiera “atacar” el tema desde varios puntos de vista.

El año 2006, la Oficina de Fiscalización contra del Delito, entidad dirigida por el senador de Renovación Nacional (RN) Alberto Espina, denunció que desde la puesta en marcha de la Reforma Procesal Penal en la capital, el 16 de junio del año 2005, hasta el 31 de marzo de este año se cometieron un promedio de 304 robos diarios, es decir, uno cada cinco minutos (Fuente: Radio Cooperativa). Es esta abultada cifra que llevo a las autoridades institucionales a colocar cámaras en diversos puntos de Santiago. Si bien, hay una sensación de seguridad al siempre estar observado por el gran ojo de la UOCT y de las Cámaras de la Municipalidad de Santiago y otros inscritas en el plan “Comuna Segura”, ¿a que precio se debe pagar esa seguridad? Y aquí vendría la trillada pregunta de que “sí no se esta violando la intimidad”.

El Código Penal establece en su Artículo 161 el castigo a las personas que “en recintos particulares o lugares que no sean de libre acceso al público, sin autorización del afectado y por cualquier medio, capte, intercepte, grabe o reproduzca conversaciones o comunicaciones de carácter privado”. Dejemos claro que, si bien las calles de Santiago son de “libre acceso al público”, ¿Esto da derecho a la captación de información de carácter privado? Las estadísticas muestran a favor de la Policía de Investigaciones y Carabineros de Chile, que las cámaras instaladas en los sectores donde pulula la delincuencia han ayudado de forma increíble a desbaratar bandas de narcotráfico, o a prevenir grandes golpes delictuales. No vamos a entrar a discutir aquello.

No es difícil pensar ahora en todos aquellos lugares en donde un ojo de metal nos vigila minuciosamente: Cines, Mall, Restaurantes, Bancos, son solo algunos. Es más, tampoco debemos pensar solo en lugares colosales. Hasta en la fotocopiadora más humilde hay, mínimo, una cámara instalada, observando cada movimiento.

Sí bien, no soy ni sociólogo ni psicólogo, creo que la falsa sensación de seguridad de los santiaguinos va a jugarnos en contra algún día. Podríamos pensar 2 cosas interesantes: 1) Si quitamos hoy mismo todas las cámaras, ¿alguien se dará cuenta? 2) Si no son cámaras, ¿Entonces qué? Vamos por orden.

1) Absolutamente nadie se dará cuenta de aquello. Damos por sentado que la protección omnisciente del lente de acero nos resguarda, como un ángel, en todos lados. Tal vez nos extrañemos que en el Colegio, la Universidad o algún otro lugar que visitemos frecuentemente, no encontremos las cámaras con las que siempre jugamos. “Tal vez es un nuevo sistema de seguridad, o quizá ya no las necesitemos”, pensaremos.

2) No creo ser la persona más indicada para asegurar que con más Carabineros la delincuencia se acabe; o que se suban las penas de cárcel como “motivación indirecta” a los ciudadanos; o que, liza y llanamente, la “defensa ciudadana” se tome las calles. Ahora bien, creo que la constante vigilancia ayuda a la mentalidad de los habitantes, ya que así no se vive en una paranoia que, créanme, podría ser mucho mayor.

Saludos


O. M.

Estimado Óscar:
Junto con agradecer sin dudas su apreciación y comentario, es bastante cierto.
Yendo a lo concreto de todo lo que señala: si con más carabineros se acabará la delincuencia.
Hablaré desde mi visión personal: una cosa es que hayan más carabineros y otra muy distinta es el para qué hay más. Si va a haber más carabineros para hacer plan cuadrante y no para que estén jugando en el computador - como salió en las noticias unos días atrás - o, si van a estar haciendo operativos en vez de estar cumpliendo un rol que no les corresponde como "fiscalizadores del transantiago", es aprobable. Si es para las dos siguientes (para estar jugando o haciendo un trabajo que no les corresponde, no sirven de nada).

En relación a la vigilancia, es cierto. Hay ciudades muy chicas que están armadas de cámaras hasta por los codos, entonces llega un momento en que particulares se llenan de cámaras y viven en, prácticamente, feudos contemporáneos y... ¿sirvió?, ya se vio el otro día como unos delincuentes entraron a la casa de un empresario que tenía cámaras hasta en el baño... Entonces, se piensa ¿en qué fallamos?. Quizá no somos nosotros - sociedad - sino el sistema y, más aún, ni siquiera tanto los abogados: ellos cumplen con su trabajo. Sino los jueces y el como está armado el sistema judicial, junto con la burocracia que existe inherente a éste.

Es un tema que da para mucho, la verdad. Pero agradezco su comentario sin dudas, considero que su visión es bastante parecida a la mía y, por lo demás, es bueno tener la visión jurídica de fuente directa gracias a usted señor Licenciado.

Saludos cordiales!

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